El crecimiento de la automatización de los procesos de fabricación

Con el paso de las décadas, la industria manufacturera ha experimentado un enorme crecimiento e innovación tecnológica. Estos avances tecnológicos siempre han dado lugar a formas más eficientes de fabricar productos a gran escala. Como resultado, las fábricas modernas han seguido encontrando nuevas formas de implementar estas herramientas para ayudar a automatizar las tareas manuales y mejorar la eficiencia en la línea de producción.

Esta tendencia hacia la automatización se ha visto aún más acelerada por el creciente déficit de cualificaciones dentro de la industria manufacturera, en la que las empresas luchan por encontrar formas de cubrir puestos dentro de sus operaciones. Según McKinsey, se prevé que la industria manufacturera sea una de las más afectadas por la automatización, ya que más del 64% de las actividades manufactureras mundiales se consideran automatizables.

A medida que aumenta el interés por la automatización, también lo hace la preocupación de los trabajadores que actualmente manejan las líneas de producción. A medida que las empresas tratan de implantar tecnologías que les ayuden a reducir los costes laborales y aumentar la rentabilidad, los trabajadores deben formarse constantemente en tareas más complejas, o corren el riesgo potencial de que se les automatice su puesto de trabajo.

En última instancia, los fabricantes reconocen cada vez más la importancia de encontrar el equilibrio adecuado entre la tecnología y los trabajadores humanos. En lugar de sustituir a los empleados, los fabricantes están encontrando formas de aprovechar la tecnología para mejorar la productividad y la seguridad de los trabajadores, al tiempo que encuentran formas de centrar la actividad humana en tareas más complejas que las máquinas y los robots no son capaces de realizar.

En este post, vamos a echar un vistazo más exhaustivo a la automatización de los procesos de fabricación, el debate entre la automatización y el aumento de trabajadores, y cómo la automatización de ciertas prácticas empresariales puede beneficiar a sus operaciones.

En la fabricación, la automatización de procesos es el uso de la tecnología para automatizar tareas manuales y repetibles históricamente realizadas por humanos.

La automatización dentro de una instalación de fabricación puede tener un aspecto muy diferente al de otras industrias, incorporando una amplia variedad de máquinas y robots para ensamblar productos a medida que fluyen a través de las operaciones.

En este escenario, la automatización incluirá a menudo no sólo el proceso de realización de la tarea en sí, sino también la eliminación de la necesidad de la intervención humana cuando se trata de la introducción de datos.

La automatización puede adoptar diversas formas y existen innumerables casos de uso en los que la automatización puede utilizarse para mejorar los sistemas y procesos de fabricación. Algunos ejemplos son:

Procesamiento de pedidos: A medida que el negocio madura, a las empresas puede resultarles más difícil gestionar un gran volumen de pedidos entrantes. La automatización del procesamiento de pedidos permite a las empresas realizar un seguimiento de los nuevos pedidos, las modificaciones de pedidos y los cálculos de precios, todo ello en tiempo real.

El aprovisionamiento: Se trata de un proceso repetitivo que consume considerables y valiosos recursos humanos. Sin embargo, las empresas pueden automatizar el proceso de aprovisionamiento utilizando portales de proveedores y herramientas como los sistemas de gestión de proveedores.

Esto libera a los empleados, lo que permite a los directivos reorientar a los trabajadores hacia tareas más intensivas desde el punto de vista cognitivo.

Producción: El montaje manual de la producción suele ser el caso de uso más común para la automatización en la industria manufacturera. Las empresas utilizarán la automatización mecánica para mejorar el proceso de producción en la planta de producción mediante la implementación de una combinación de máquinas, robots, dispositivos IoT y software para guiar a los trabajadores, recopilar datos y realizar físicamente las tareas cotidianas.

Por ejemplo, los robots son cada vez más comunes en las instalaciones de fabricación y pueden calibrarse para llevar a cabo una amplia gama de tareas individuales.

Además, los fabricantes suelen utilizar software de automatización de la producción para mejorar el flujo de trabajo de los operarios en la línea de producción y recopilar datos en tiempo real. Estos datos pueden utilizarse para identificar el origen de las ineficiencias dentro de un proceso de producción, lo que permite a los supervisores emitir acciones correctivas e impulsar la mejora continua.

Cadena de suministro: La cadena de suministro comprende varios procesos repetitivos y propensos a errores que pueden provocar cuellos de botella en todo el sistema. Sin embargo, el empleo de métodos de automatización elimina los errores durante la preparación de pedidos, la recepción, el almacenamiento y el envío.

La gestión automatizada de la cadena de suministro se presta bien a las rutas de producción, lo que se traduce en un flujo de trabajo más optimizado y en una mayor eficacia de la producción.

En la era de los equipos y dispositivos industriales conectados, es más difícil para las empresas depender de procesos de fabricación manuales. En su lugar, las empresas de fabricación están confiando en herramientas digitales para gestionar la operación de producción, lo que se traduce en varios beneficios. Entre ellas se incluyen:

Toma de decisiones informada: Mediante el uso de dispositivos industriales IoT , las empresas pueden automatizar la recopilación de datos para captar información clave de las actividades de producción cotidianas, como la productividad de los operarios, los tiempos de entrega, etc.

Esto permite a los supervisores identificar oportunidades de mejora en todas las operaciones, posibilitando una cultura de mejora continua.

Mejor despliegue y utilización de los recursos: Muchos procesos de fabricación son manuales y requieren una cantidad significativa de intervención humana incluso para tareas sencillas y serviles. Esto aumenta enormemente las posibilidades de error, poniendo a la empresa en riesgo de sufrir defectos de calidad y deficiencias de cumplimiento.

La automatización de estas actividades básicas de base humana permite a los trabajadores centrarse en trabajos más complejos y significativos que no se prestan bien a la automatización.

Procesos de producción optimizados en el taller: Los sistemas automatizados proporcionan una visión clara de la situación actual de la producción, revelando los puntos débiles y los posibles cuellos de botella en la línea de producción.

Además, proporcionan soluciones potenciales a dichos problemas, creando flujos de trabajo de producción más optimizados.

Mejora de la calidad del producto: Los procesos de producción automatizados y mecanizados son más hábiles en la ejecución de tareas repetitivas, lo que los hace mejores en la fabricación de productos de alta calidad constante. Como resultado, la BBC informa de que se espera que los robots sustituyan hasta 20 millones de puestos de trabajo en fábricas en todo el mundo para 2030.

Además, los métodos automatizados de control de calidad pueden identificar y eliminar los productos dañados o de calidad inferior antes de que se distribuyan al consumidor final.

Gestión precisa y coherente de la documentación: La recopilación manual de datos y la gestión de documentos en papel están plagadas de errores e incoherencias. Los sistemas automatizados de gestión de documentos son más precisos y exactos, lo que permite una integridad y seguridad de los datos más sólidas.

Menores costes de producción y mayor productividad: Los beneficios asociados a la automatización de los procesos de fabricación se reducen a la reducción de los costes de producción y al aumento de la eficacia operativa.

A fin de cuentas, la automatización de procesos permite un mejor despliegue de los recursos y menos residuos. Esto se traduce en una mejora significativa de la seguridad en el lugar de trabajo, la optimización del flujo de trabajo y el aumento de la rentabilidad.

Como comentábamos al principio de este post, reconocemos que hay una serie de situaciones en las que automatizar los procesos de producción no es posible o no resulta práctico por diversas razones. En estos escenarios, los fabricantes deben recurrir al aumento de trabajadores como forma de mejorar la eficacia de un proceso o actividad determinados.

Con Tulip, los fabricantes pueden ayudar a automatizar una cantidad significativa del trabajo sin valor añadido que tiene lugar a diario en una planta de fabricación. Tulip ayuda a guiar a los operarios a través de los montajes manuales, evitando que se produzcan errores humanos.

A medida que el trabajador es guiado a través de su flujo de trabajo, Tulip es capaz de automatizar la recogida de datos, realizando un seguimiento de cada punto de datos que se produce de principio a fin. Esto permite a las empresas digitalizar sus registros de producción, garantizando que se mantiene una pista de auditoría coherente y precisa y eliminando la fuente de dolores de cabeza derivados del cumplimiento de la normativa.

Reconocemos que los humanos siempre tendrán un lugar en la fabricación, pero nos enorgullecemos de garantizar que las empresas puedan maximizar el rendimiento de los operarios y centrar sus recursos en el trabajo que más importa.

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