¿Cómo supera un enfoque ágil al pensamiento tradicional a la hora de competir en la industria manufacturera actual?

Un modelo empresarial digital ágil o componible en el entorno actual de la fabricación es aquel que aplica los principios básicos de la componibilidad (modularidad, autonomía, orquestación y descubrimiento) a los cimientos de su arquitectura empresarial y aprovecha las tecnologías de la industria 4.0 para escalar la contribución humana a la producción en la fabricación.

Según un reciente informe de Gartner, para 2023, las organizaciones que hayan adoptado un enfoque componible superarán a la competencia en un 80% en la velocidad de implantación de nuevas iniciativas. Por eso, los fabricantes que deseen seguir siendo competitivos deben dar prioridad a dominar el riesgo del cambio mediante una implantación ágil en su afán por alcanzar un valor empresarial sin explotar.

Un enfoque ágil o componible permite a los fabricantes identificar y resolver rápidamente los problemas a medida que surgen, poniendo en marcha pilotos cortos y poco costosos en el tiempo que se centran en esos retos específicos. Cada piloto representa un ciclo de establecimiento de objetivos, reunión del equipo adecuado, implementación de sprints e iteración y mejora. Dependiendo de los problemas que se prueben, el retorno de la inversión puede verse en cuestión de días o semanas, frente a lo que ocurre con un MES tradicional, en el que es posible que haya que esperar varios meses antes de ver algún valor. Entre las áreas clave en las que la agilidad supone una ventaja competitiva sobre el MES tradicional se incluyen:

• La agilidad permite a los fabricantes aumentar su capacidad de recuperación respondiendo rápidamente a los factores económicos y medioambientales y a las estrictas normativas de cumplimiento con una rápida iteración, el aumento del número de operarios, la flexibilidad operativa y la innovación ascendente.
• Un MES tradicional lucha contra la flexibilidad, funcionando como una jerarquía descendente con burocracia que ralentiza la toma de decisiones, lo que da lugar a costosos cambios difíciles de implantar y mantener en el tiempo.

• Los equipos ágiles son autónomos y están orientados a objetivos, con la responsabilidad, la transparencia y la colaboración como valores fundamentales. A medida que los trabajadores están más comprometidos y motivados, aumenta la productividad. Estos valores fundamentales se materializan a través de aplicaciones conectadas que permiten compartir datos en tiempo real y entablar un diálogo abierto entre los equipos, junto con un enfoque ascendente que descentraliza la toma de decisiones y agiliza las aprobaciones.
• Por el contrario, un sistema MES tradicional suele depender de los departamentos de TI o de proveedores para realizar actualizaciones en las máquinas e identificar ineficiencias, y los empleados suelen encargarse de formar a los nuevos empleados, lo que supone un problema cuando éstos se marchan. Por el contrario, un enfoque ágil capacita a los ingenieros con tecnología sin código para crear soluciones personalizadas a los problemas existentes sin depender de apoyo externo.

• La rápida evolución de las demandas de los clientes, los ciclos cortos de los productos y los rápidos ciclos de introducción de nuevos productos requieren una operación flexible que pueda cambiar en un momento. Un enfoque ágil es ideal para un fabricante de alta mezcla y bajo volumen o cualquier otro tipo de operación que requiera un alto nivel de personalización. Al aprovechar las herramientas ágiles y de Industria 4.0, los trabajadores de primera línea pueden estandarizar los procesos de alta mezcla, al tiempo que reducen los errores humanos y mejoran la eficiencia general. Un ejemplo práctico de esto sería la utilización de una impresora 3D, que hace que la experimentación y la personalización masiva sean realistas para los fabricantes que necesitan flexibilidad a la hora de responder a los requisitos cambiantes de los clientes.
• Con los sistemas MES heredados, los fabricantes pueden verse en apuros para ser capaces de producir con un alto nivel de personalización, dada la naturaleza inflexible de estos modelos, principalmente por el hecho de que los MES se construyeron para durar por su estabilidad, no por su capacidad de recuperación, por lo que el cambio sólo se considera cuando no queda más remedio, no como una razón para crecer o experimentar.

• La adopción de la nube suele traducirse en un menor coste de propiedad que los sistemas tradicionales in situ, al tiempo que permite a los fabricantes resolver rápidamente los problemas utilizando datos en tiempo real. La diferencia de costes se debe a que, en lugar de pagar por adelantado un hardware caro o elevadas tarifas por el soporte informático, las empresas sólo pagan por los recursos que utilizan, cuando los utilizan.

• La disponibilidad de datos bajo demanda y las capacidades analíticas ampliadas permiten a los fabricantes actuar sobre la base de perspectivas en tiempo real y resolver los problemas de inmediato, apoyando el crecimiento y la innovación para mantenerse al día en un entorno que cambia rápidamente. En cambio, los modelos de pensamiento tradicionales favorecen los grandes sistemas muy dependientes de TI que apenas siguen el ritmo de las crecientes demandas.

Agile trastoca las jerarquías descendentes tradicionales al erradicar los silos de datos y los marcos de aprobación dispares. Aprovecha la digitalización y compartibilidad de los datos junto con herramientas sin código para una toma de decisiones mejor y más rápida y una plantilla aumentada que es flexible, receptiva y está equipada para respaldar una operación resistente y unas implementaciones más rápidas en cuanto al tiempo de obtención de valor.