La importancia de la trazabilidad en la fabricación ha quedado bien establecida. Desde el análisis de la causa raíz hasta la mejora de la calidad y el aumento de la transparencia, la trazabilidad proporciona información valiosa sobre el rendimiento de su planta en cualquier momento y para cualquier estación, una ventaja significativa cuando los fabricantes luchan contra las fluctuaciones y las incertidumbres. Sin embargo, los avances en trazabilidad siguen yendo a la zaga de otros esfuerzos de transformación digital. Sólo el 15% de los fabricantes encuestados por el Foro Económico Mundial en 2021 habían avanzado en la inversión y ampliación de las tecnologías de trazabilidad, y el cumplimiento sigue siendo el principal objetivo de las iniciativas de trazabilidad.
Estas cifras plantean una pregunta: ¿Qué está frenando el progreso e impidiendo que los fabricantes conviertan la trazabilidad en su ventaja competitiva? La respuesta es cómo están construyendo e implantando los fabricantes sus sistemas de trazabilidad.
Los sistemas tradicionales de trazabilidad
El enfoque tradicional de la trazabilidad en la fabricación se ha centrado en construir un sistema de extremo a extremo para obtener una visibilidad total de la línea de producción. Así es como suele desarrollarse:
haga sus deberes para comprender la importancia de tener una trazabilidad completa
usted comienza a diseñar sus sistemas de trazabilidad con su equipo de ingeniería o con un proveedor externo
a continuación, inicie su plan de aplicación
se encuentra con un obstáculo importante: sus sistemas integrales a gran escala son demasiado costosos y largos de implantar.
La visibilidad de extremo a extremo es estupenda sobre el papel, pero imposible de conseguir de inmediato sin grandes perturbaciones y riesgos.
Existen cuatro métodos principales para gestionar la trazabilidad de la fabricación: en papel, ERP, MES o soluciones caseras. Todos estos sistemas adolecen de uno de estos dos problemas: bajo rendimiento o baja adopción. Los sistemas basados en papel son poco fiables y propensos al error humano. Los sistemas ERP han rendido históricamente poco a pesar de las enormes inversiones vertidas en esta tecnología. Los MES son caros y su implantación lleva mucho tiempo, y son inversiones rígidas, de todo o nada, sin margen para la ampliación o los ajustes. Los sistemas caseros son difíciles de gestionar y, a menudo, de un solo hilo, lo que crea expertos en conocimientos tribales e impide su adopción por parte de las plantas.
Unas expectativas poco realistas y una mala implementación son los motivos por los que el 22% de los fabricantes se quedan atascados al principio del camino, en la fase de elaboración de estrategias. Para abrirse camino, los fabricantes necesitan un enfoque diferente para construir la trazabilidad de extremo a extremo que pueda sortear el obstáculo de la implementación e impulsar cambios pegajosos en las operaciones.
Repensar la trazabilidad en las operaciones centradas en el ser humano
El escollo del enfoque tradicional es pretender la consecución instantánea de la trazabilidad total. La escala y la complejidad de un proyecto de este tipo introducen demasiadas perturbaciones y riesgos en sus procesos e infraestructuras existentes, creando un terreno abonado para el caos, el despilfarro y los cambios que simplemente no cuajan.
Para evitar este escollo, los fabricantes tienen que empezar a pensar en incrementos en lugar de ir a por una revisión de todo el sistema, y aumentar gradualmente su cobertura hasta alcanzar la trazabilidad de extremo a extremo. Este es el principio en el que se basa el enfoque de implantación ágil en la fabricación.
Un enfoque ágil permite a los fabricantes identificar y resolver rápidamente los problemas a medida que surgen, poniendo en marcha pilotos cortos y poco costosos en el tiempo que se centran en esos retos específicos. Cada piloto representa un ciclo de establecimiento de objetivos, reunión del equipo adecuado, implementación de sprints e iteración y mejora. Dependiendo de los problemas que se prueben, el retorno de la inversión puede verse en cuestión de días o semanas.
Siguiendo un enfoque ágil, el primer paso para construir su sistema de trazabilidad es identificar los puntos más críticos de sus operaciones basándose en la facilidad de implantación y en el impacto empresarial. Sus frutos al alcance de la mano son los que tienen un gran impacto en el negocio y una fácil implantación. Ya se trate del seguimiento de piezas o de la supervisión de la calidad, construya una aplicación para resolver ese único problema y asegúrese de que sus trabajadores están plenamente capacitados para apropiarse de la tecnología. Algunas preguntas que deben responderse en esta fase son:
¿Qué datos debe recopilar? ¿Necesita más información sobre sus productos o procesos?
¿Qué retos operativos señala?
¿Debe abordar este reto ahora? ¿Tendrá un impacto directo e inmediato en sus operaciones?
Empiece poco a poco con unas pocas estaciones, luego despliegue las nuevas aplicaciones y recoja los comentarios de los trabajadores de primera línea. Utilice esos comentarios para informar su implementación y amplíe ese conjunto de aplicaciones para resolver el siguiente problema en sus operaciones. La comunicación bidireccional garantiza una adopción pegajosa de sus aplicaciones y evita las operaciones monohilo. En lugar de tener un experto que ejecute cada aplicación, ahora tiene un equipo de trabajadores con plenos poderes. Pueden ejecutar cómodamente la aplicación, utilizar sus datos y comunicarse con los ingenieros de procesos para tomar decisiones en tiempo real, como actualizar las instrucciones de trabajo o el control de calidad.
El mantra es construir sobre lo que ya tiene para impulsar mejoras continuas. Deténgase a revisar y elaborar estrategias después de cada despliegue de la aplicación. Utilice lo que ya ha aprendido sobre sus procesos y sus trabajadores para informar la siguiente ampliación. Asegúrese de implicar a todo su equipo, desde los operarios hasta los ingenieros y los jefes de planta, en el proceso de resolución de problemas. La clave para impulsar cambios sostenibles es asegurarse de que su tecnología resuelve un problema válido y tangible y hace la vida de sus trabajadores más fácil, no más difícil. La implantación de la tecnología debe adaptarse a los requisitos de su mano de obra, no al revés.
No hay una forma fija de hacer trazabilidad: cada organización es única en sus procesos y retos. Una implementación ágil le permitirá construir su trazabilidad de forma sistemática sin forzar su infraestructura o su mano de obra y seguir viendo el valor inmediato de su inversión. No se quede atascado persiguiendo la esquiva trazabilidad de extremo a extremo. Es algo que hay que construir, no encontrar.
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