Construir la fábrica del futuro, para el futuro
Dentro de los muros del MIT, está tomando forma un entorno de aprendizaje único. No es sólo un aula o un laboratorio típico; es una fábrica plenamente operativa donde los estudiantes no sólo aprenden sobre fabricación. La viven. En el corazón de esta iniciativa se encuentra Russel Bradley, candidato al doctorado y ganador del Premio Golden Spade 2025 de Tulip. Como líder de la FrED Factory, Russel es pionero en un nuevo enfoque práctico de la enseñanza de las operaciones, tendiendo un puente entre la teoría y la práctica del mundo real para cultivar la próxima generación de líderes de la fabricación.
La fábrica FrED (Fiber Extrusion Device) comenzó como un proyecto de tesis de máster de Russel, nacido del deseo de crear una experiencia de aprendizaje más inmersiva y práctica. "No se puede aprender fabricación en un libro de texto", explica Russel. "Es un tema realmente complejo con dinámicas internas: el flujo de personas, materiales y la variación que conlleva la producción en volumen. Queríamos construir un espacio en el que los estudiantes estuvieran totalmente inmersos, resolviendo problemas reales de diseño y fabricación." El laboratorio tiene un doble propósito: es una instalación de producción que construye y envía a los clientes kits educativos "laboratorio en una caja" de dispositivos de extrusión de fibra, y es un entorno de aprendizaje dinámico en el que los estudiantes se convierten en los ingenieros, operadores y gestores.
Encontrar la herramienta adecuada para un nuevo tipo de aula
Para dar vida a esta visión, Russel necesitaba una columna vertebral digital que fuera tan flexible y accesible como el propio laboratorio. Un encuentro casual en una conferencia local le dio la respuesta. La plataforma componible y sin código de Tulip era la solución perfecta.
"La idea única aquí es que no construimos este laboratorio y luego se lo damos a los estudiantes", señala Russel. "Se lo damos tal cual, y hacemos que desarrollen el sistema de producción desde cero". Este enfoque permite a los estudiantes sin formación en ingeniería de software construir e iterar sobre sus propias soluciones digitales, desde la creación de una aplicación de gestión de la lista de materiales hasta el diseño de complejas aplicaciones de gestión de la producción.
"Queremos que se metan bajo el capó de estos sistemas. Así es como aprenden de verdad", afirma. Esta filosofía no es sólo un método de enseñanza; es un modelo académico validado. El trabajo de su equipo y el impacto educativo de la FrED Factory fueron recientemente objeto de una publicación en la prestigiosa revista Manufacturing Letters. El artículo explora cómo las plataformas sin código y de bajo código pueden reducir las barreras al aprendizaje práctico en la fabricación digital.
Más que un laboratorio: Un ecosistema digital construido por estudiantes
Bajo la dirección de Russel, los estudiantes de la Fábrica FrED han construido un Sistema de Ejecución de FabricaciónMES) integral desde cero. El sistema comenzó con aplicaciones fundacionales para el montaje y desde entonces se ha ampliado para incluir un conjunto de soluciones interconectadas que gestionan todo el ciclo de vida de la producción de los dispositivos de extrusión de fibra.
Los estudiantes desarrollaron un sistema de gestión de inventarios que realiza un seguimiento de las piezas y envía alertas cuando las existencias son escasas. Crearon instrucciones de trabajo digitales que también capturan datos sobre la duración de los ciclos, lo que les permite analizar y mejorar sus propios procesos. Cuando los estudiantes identificaron la necesidad de una mejor planificación de la producción, construyeron un sistema de programación de órdenes de trabajo para gestionar los retrasos de la fábrica. Más recientemente, desarrollaron una estación de control de calidad en toda regla, conectando calibradores digitales y fuentes de alimentación directamente a Tulip para probar el rendimiento de las cajas de engranajes y registrar los datos automáticamente.
"Los estudiantes están resolviendo problemas reales de fabricación", dice Russel, "lo que finalmente llega al punto de entregar productos que funcionan bien y a tiempo para los clientes".
Catalizar un movimiento más allá de los muros del campus
El impacto de la FrED Factory se extiende mucho más allá del MIT. A través de una colaboración con el Tec de Monterrey en México, Russel y su equipo están escalando su modelo educativo. Un grupo de estudiantes universitarios del Tec de Monterrey participó en un programa de inmersión en la FrED Factory, donde aprendieron a construir con Tulip y a resolver retos operativos.
Inspirados por su experiencia, regresaron a México y construyeron su propia versión de la fábrica, bautizada como "Fábrica Al-FrED-o". Allí desarrollaron una línea de montaje totalmente automatizada impulsada por Tulip, que se integraba con un sistema ERP para gestionar los pedidos de los clientes y PLCs para hacer funcionar la robótica. Su trabajo tuvo tanto éxito que ganó un premio a nivel universitario. Esta historia de éxito es un poderoso testimonio del modelo de "FrED-ificación", como lo llama Russel, un marco reproducible para llevar la enseñanza práctica de la fabricación a las universidades de todo el mundo.
Consejos para la próxima generación de pioneros
El trabajo de Russel está cambiando fundamentalmente la forma en que los estudiantes aprenden sobre fabricación, desplazando el enfoque de la observación pasiva a la creación activa. Al dar a los estudiantes las herramientas adecuadas y la libertad para construir, está fomentando una mentalidad de constructor que les preparará para liderar en la era de la transformación digital.
Para otros estudiantes que buscan dejar su huella en el mundo de las operaciones, su consejo es sencillo: "Póngase en marcha. Construya algo. No tengas miedo de intentarlo y no tengas miedo de fracasar". Es este espíritu de innovación sin miedo y de aprendizaje continuo lo que define el trabajo de Russel en la FrED Factory y lo que le convierte en un auténtico Groundbreaker.
Celebrando a los innovadores
Los premios Groundbreaker de Tulip reconocen a los individuos, equipos y empresas que están dando forma al futuro de las operaciones.