A medida que las operaciones de fabricación se hacían más amplias y complejas, muchas empresas instalaron sistemas de ejecución de fabricación (MES ) para gestionar y realizar un seguimiento de los procesos en todas sus operaciones.

En los entornos de fabricación tradicionales, los sistemas de ejecución de la fabricación se encuentran in situ, lo que permite a los fabricantes tener un control y un acceso completos a los sistemas de producción.

Sin embargo, a medida que los procesos de producción se han vuelto más complejos y las empresas se han expandido a diferentes emplazamientos en todo el mundo, los MES in situ han supuesto un reto a la hora de seguir el ritmo de la acción en la planta de producción.

Como resultado, los fabricantes están recurriendo a soluciones de fabricación SaaS y MES basados en la nube para compensar muchos de los problemas causados por los sistemas de ejecución de fabricación in situ, haciendo que el proceso de producción sea más manejable. En los últimos años, hemos visto cómo cada vez más fabricantes incorporan sistemas de ejecución de fabricación basados en la nube, modernizan sus instalaciones y preparan para el futuro los sistemas que controlan sus operaciones.

A continuación, profundizaremos en los sistemas de ejecución de fabricación tradicionales, identificaremos sus retos y demostraremos cómo el cambio a la nube beneficia a las operaciones de fabricación.

Retos asociados a los sistemas de ejecución de fabricación

Aunque los MES aportan mucho valor a las empresas manufactureras, plantean algunos retos a los que los fabricantes suelen enfrentarse.

Entre ellas se incluyen:

Largo periodo de implantación: A pesar de sus ventajas, la adopción de MES puede resultar extremadamente difícil y requerir mucho tiempo. Las empresas manufactureras deben evaluar a los distintos proveedores de MES digitales para encontrar la solución adecuada a sus necesidades y casos de uso determinados.

Además, las empresas necesitan dedicar tiempo a conectar y configurar todas sus máquinas, dispositivos y procesos con el nuevo sistema. Para cualquier operación de fabricación de tamaño medio o grande, este proceso puede requerir un esfuerzo y un tiempo de ejecución considerables.

Costosa personalización: La naturaleza estándar y lista para usar del MES significa que las empresas tienen que ajustar cómo están configuradas sus operaciones para que encajen con el nuevo sistema. Reequipar las fábricas y optimizar otras facetas cruciales de la fabricación puede añadir costes no deseados.

Del mismo modo, configurar el MES para que se adapte a sus operaciones actuales también añadirá costes significativos a la implantación de su sistema.

Inflexibilidad: Uno de los mayores retos asociados al MES tradicional es la falta de flexibilidad. La rigidez del MES obliga a los fabricantes a modificar sus operaciones en torno al sistema para poder aprovechar sus ventajas. Sin embargo, en el dinámico entorno empresarial actual, los fabricantes necesitan ser flexibles para responder a las fuerzas del mercado.

Silos de datos: La infraestructura de datos desarrollada para los MES tradicionales suele dar lugar a silos que impiden que los sistemas y los departamentos se comuniquen entre sí. Para obtener una visión completa de todas las operaciones de una empresa, los supervisores a menudo necesitan recopilar información de múltiples sistemas, ordenadores, bases de datos y registros.

Los datos inaccesibles que requieren soporte informático dificultan la identificación de problemas y la respuesta correspondiente, eliminando la capacidad de lograr una mejora continua.

Riesgo de quedarse rezagado con respecto a las nuevas tecnologías: Los sistemas de ejecución de fabricación son anteriores a la cuarta revolución industrial. Como resultado, algunos proveedores de MES no se han adaptado al panorama de las fábricas de la nueva era, altamente conectadas.

Muchos fabricantes ya cargan con herramientas de ejecución de fabricación digital in situ que no se actualizarán, o podrían no hacerlo, para adaptarse a los avances de tecnologías como la inteligencia artificial, la visión por ordenador, la realidad aumentada, etc.

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Ventajas del MES basado en la nube sobre los sistemas in situ

A medida que el panorama de la fabricación se vuelve más receptivo a la alta interconectividad necesaria para llevar a cabo las operaciones, más fabricantes han adoptado el MES basado en la nube para gestionar sus actividades de producción.

He aquí las principales ventajas que impulsan este cambio:

Costes más bajos: A diferencia de los sistemas in situ, los MES basados en la nube no requieren que las empresas gasten 6 ó 7 cifras en la implantación del sistema y en hardware in situ. En su lugar, los fabricantes ahorran dinero porque el sistema está en línea, lo que elimina la necesidad de costes adicionales de TI.

Despliegue e implantación más sencillos: Los MES basados en la nube requieren un tiempo de puesta en marcha significativamente menor, ya que la implantación suele ser más flexible. Mientras que los MES tradicionales requieren varios meses, si no años, para su despliegue, los MES basados en la nube pueden implantarse en una fracción del tiempo.

Amplia accesibilidad: Dado que el MES en la nube es un sistema en línea, el personal autorizado puede acceder al sistema desde cualquier lugar. En consecuencia, el personal de distintos departamentos o de diferentes centros dispone de información en tiempo real sobre la situación en la planta de producción, lo que acaba con los silos de datos y fomenta la colaboración.

Escalabilidad y flexibilidad: Si un fabricante necesita pivotar o reaccionar a las fuerzas del mercado, puede escalar rápidamente sus esfuerzos de producción sin preocuparse de adaptar el MES basado en la nube. En el MES más tradicional, las empresas dedicarían importantes recursos a detallar el sistema para hacer frente a los cambios en las operaciones de producción.

Mejora de la toma de decisiones: Con el acceso rápido y remoto de los sistemas basados en la nube, los directivos y ejecutivos tienen acceso inmediato a los datos de la planta. Y con las capacidades analíticas del MES basado en la nube, las decisiones se toman más rápidamente, asegurando que la producción procede como se desea.

Cumplimiento normativo simplificado: Algunos campos de fabricación exigen que las empresas cumplan reglamentos y normas específicos. Los MES basados en la nube están equipados para recopilar todos los datos relevantes sobre productos y seguridad, lo que garantiza que los fabricantes no caigan en la trampa de los organismos reguladores.

Y dada la capacidad del sistema de ejecución para conectarse a múltiples plantas, los fabricantes pueden realizar un seguimiento del cumplimiento en todas las ubicaciones.

Con estas ventajas sobre los sistemas de ejecución de fabricación tradicionales, los MES basados en la nube parecen destinados a impregnar la industria manufacturera. Y con la continua evolución de los requisitos y prácticas de la fabricación industrial, los sistemas basados en la nube parecen destinados a evolucionar para ofrecer más funcionalidades.

Por ejemplo, las soluciones digitales de nueva generación basadas en la nube pretenden ofrecer una funcionalidad de aplicación sin código. Esto permite a los fabricantes crear herramientas compatibles a medida para optimizar aún más sus procesos de fabricación.

Por ello, la migración a los sistemas de ejecución de fabricación de nueva generación basados en la nube es una forma de bajo riesgo y bajo coste para que las empresas mantengan la competitividad en el agresivo mercado de la fabricación.

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