El tema de 2022 es la disrupción. Para los fabricantes de alimentos y bebidas, estas disrupciones vienen en forma de retos crecientes y oportunidades en alza que requieren una rápida adaptación para sobrevivir. En este artículo, analizaremos cómo afectan estas disrupciones externas a la forma de operar de los fabricantes de alimentos y bebidas y cómo pueden aprovechar las oportunidades que traen consigo a la vez que compensan cualquier impacto negativo con operaciones centradas en el ser humano.

Los fabricantes se enfrentan a cambios significativos tanto en el entorno externo como en sus operaciones internas.

Lo bueno

Externamente, las organizaciones se enfrentan a un mundo post-pandémico que parece muy diferente de la economía para la que habían construido inicialmente sus operaciones. Las demandas y los comportamientos de los clientes están cambiando. Los pedidos y la comida para llevar son algunos de los cambios que siguen vigentes incluso después de la pandemia. Con un aumento del 37% en marzo de 2022 y del 43% en agosto de 2022 en comparación con el nivel anterior a la pandemia, este nuevo modo de consumo de alimentos exige a los fabricantes que amplíen rápidamente sus operaciones y obtengan una mayor eficiencia de su infraestructura existente para satisfacer la creciente demanda.


Además de la comida para llevar, la comida basada en plantas y sostenible es otra categoría que se abre paso en la industria de la alimentación y las bebidas. En 2022, las ventas de alimentos de origen vegetal ascenderán a 7.400 millones de dólares, lo que supone un aumento del 54% respecto a 2018 y triplica el crecimiento medio de otras categorías de alimentos. Junto con la expansión de la comida para llevar, a los fabricantes se les presenta una tremenda oportunidad para crecer, escalar y definir nuevas categorías en la industria.

Lo malo

Debido a la inflación mundial, el coste de los alimentos está aumentando. De media, el precio de las materias primas para la producción de alimentos aumentó un 17% en 2022, y esto está repercutiendo directamente en los resultados de los fabricantes. Uno de nuestros clientes ha experimentado un aumento del 15% en el coste de los huevos, lo que se traduce en un incremento de 10 millones de dólares en sus costes operativos. Condiciones macroeconómicas como ésta escapan al control de los fabricantes. Para contrarrestar su impacto negativo, tienen que mirar hacia dentro para encontrar formas de mejorar la eficiencia y sacar más partido a la línea de producción.


Sin embargo, las operaciones internas también se enfrentan a importantes presiones por la falta de trabajadores cualificados. La industria de alimentación y bebidas no es inmune a la Gran Resignación. Casi la mitad de los fabricantes encuestados en un estudio reciente de Deloitte calificaron la retención de trabajadores como la mayor preocupación para 2022. Otro estudio concluye que el 16% de las empresas sufre una falta de disponibilidad de trabajadores. Una alta tasa de rotación significa pérdida de experiencia y conocimientos, baja eficiencia y más errores en el proceso de producción. Afortunadamente, una alta tasa de rotación de trabajadores es algo que los fabricantes PUEDEN solucionar.

El fracaso

Muchas organizaciones han recurrido a la automatización como la bala de plata para curar sus retos operativos. Sin embargo, la automatización no ha cumplido sus expectativas. No sólo es costosa de implantar y requiere un desmantelamiento y sustitución de su infraestructura existente, sino que la automatización también tarda en aportar valores y corre el riesgo de llevar a los operarios al escollo de perseguir métricas de vanidad, como la OEE. Y lo que es más importante, la automatización no aporta mejoras continuas y sostenibles a sus operaciones diarias.


El fracaso de la automatización arroja luz sobre las limitaciones de la tecnología en la fabricación: la tecnología por sí sola no basta para resolver sus retos operativos. Necesita trabajadores cualificados detrás de las máquinas para manejarlas y hacer uso de los datos operativos para crear mejoras en los procesos. En resumen, necesita aumentar sus trabajadores humanos con tecnología en lugar de sustituirlos por ella.

Las soluciones

En el centro de todas estas perturbaciones se encuentran los operadores humanos. Independientemente de si desea ampliar las operaciones o introducirse en nuevas categorías de alimentos, necesita trabajadores cualificados y motivados para adaptarse rápidamente a los cambios en los sistemas y tomar decisiones oportunas e informadas en las operaciones de primera línea. Para mitigar el aumento de los costes, las organizaciones necesitan ser más ágiles en las operaciones y reducir los residuos mediante la mejora de la productividad de los operarios. Para retener a los trabajadores, necesita liberarlos de los procesos que requieren mucho trabajo y darles más poder para que participen más en el proceso de toma de decisiones. Solucionando sus problemas humanos, podrá resolver todos los demás retos operativos que le impiden un crecimiento sostenible y mejoras continuas.

Sus operadores humanos son su activo más importante, así que ¿quiénes son? Estas son las cuatro personas principales que necesita potenciar.

  • Los trabajadores experimentados: estas personas conocen los entresijos de sus operaciones, pero suelen ser expertos en conocimientos tribales, por lo que carecen de un método fiable y eficaz de transferencia a los recién llegados. Los trabajadores experimentados quieren tener acceso a los datos operativos para mejorar los procesos y hacerles la vida más fácil.

  • Los trabajadores temporales: son los recién llegados a sus plantas. Proporcionan un rápido ascenso a su plantilla, pero necesitan que se les incorpore rápidamente y que se les guíe de forma coherente en la realización de sus tareas.

  • Los responsables de planta: estas personas son las encargadas de supervisar el rendimiento de su planta, prever y mitigar cualquier riesgo potencial. Quieren un acceso rápido a los cuadros de mando y a los paneles de control para tener una visión global de las operaciones.

  • Los ingenieros de sistemas: son las personas que diseñan y construyen los sistemas de su planta. Quieren poder aplicar los cambios y convertir las ideas en realidad de forma eficaz. Para ello, necesitan la opinión de los operarios de primera línea que utilizan su sistema a diario.

Sólo cuando pueda aumentar las capacidades de sus trabajadores humanos, satisfacer las necesidades de estas cuatro personas y conectarlas en un flujo de trabajo racionalizado, podrá introducir cambios significativos en su línea de producción. Por eso los fabricantes de alimentos y bebidas necesitan cambiar a una mentalidad centrada en el ser humano para adaptarse y crecer en este entorno tan desafiante.


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