Cuando piensa en las carreras profesionales, su mente probablemente salta a los pilotos, el rugido de los motores y la adrenalina de la pista. Pero durante mi reciente podcast con Kevin Kidd, Director de Software y Análisis de RFK Racing, adquirí una nueva apreciación de lo que realmente hace que un equipo gane una carrera: un grupo capacitado de desarrolladores ciudadanos, un ecosistema tecnológico de vanguardia y un enfoque obsesivo en los detalles. A lo largo del episodio, exploramos la singular intersección entre la fabricación y el automovilismo, descubriendo lecciones que se aplican mucho más allá de los circuitos de carreras.
De la fabricación a medida al montaje de precisión: La evolución de NASCAR
Durante décadas, los equipos de la NASCAR obtuvieron su ventaja competitiva fabricando piezas a medida en sus propias instalaciones. Me sorprendió saber que con la introducción de los coches de nueva generación, la NASCAR pasó a exigir que casi el 90% de los componentes del vehículo se compraran en stock. Ese cambio obligó a equipos como el RFK a encontrar nuevas formas de lograr una ventaja competitiva.
Kevin explicó que la ventaja competitiva ha pasado de la ingeniería a medida al montaje de precisión. Ahora la atención se centra en optimizar el proceso de montaje y conseguir las tolerancias increíblemente ajustadas para que cada componente se ajuste a las especificaciones de la NASCAR. Por ejemplo, un panel de la carrocería puede permitir sólo 1,5 mm de variación, y la forma en que se apilan esas tolerancias durante el montaje puede hacer o deshacer no sólo el rendimiento de un coche, sino también si cumple las normas de la NASCAR. Ajustar la colocación de un panel en tan sólo diez milésimas de pulgada puede tener un impacto mensurable en la aerodinámica.
Esto significa que, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, no hay tiempo para retocar y probar en la pista. Los equipos sólo disponen de 15 minutos de entrenamientos antes de la clasificación, lo que significa que el coche tiene que estar listo para la carrera en el momento en que sale del camión. Esto requiere un enfoque obsesivo en la preparación y el montaje en el taller. Me llamó la atención lo similar que es esto a muchos sectores verticales de la fabricación moderna: a medida que las industrias adoptan normativas más estrictas y aumentan las expectativas de los clientes en torno a la calidad, el camino hacia el éxito a menudo reside en la excelencia operativa y la mejora continua de los procesos.
Trazabilidad: Un imperativo competitivo y reglamentario
Una de las partes más interesantes de nuestra conversación fue hasta qué punto la trazabilidad rige las operaciones de RFK Racing. En las carreras, cada pieza del coche debe cumplir estrictas normas de calidad, no sólo por su rendimiento sino también por el cumplimiento de la normativa. Después de cada carrera, cada componente se desactiva en el sistema de RFK, lo que significa que no puede reutilizarse sin pasar una rigurosa inspección. Estas inspecciones van desde simples comprobaciones visuales hasta métodos avanzados como escáneres CT y análisis de superficies en 3D.
Se realiza un seguimiento de las piezas desde el momento en que se compran, pasando por cada carrera, reparación y reconstrucción. Kevin describió cómo estos datos detallados del ciclo de vida son fundamentales tanto para la optimización del rendimiento como para las auditorías reglamentarias. Por ejemplo, si la NASCAR señala una pieza durante las inspecciones posteriores a la carrera, RFK Racing puede elaborar rápidamente los registros necesarios para demostrar su cumplimiento de la normativa.
Este nivel de trazabilidad me recordó a las industrias de dispositivos médicos o farmacéutica, donde el intenso escrutinio de los organismos reguladores exige registros meticulosos de cada componente y proceso. También es un duro recordatorio de cómo las operaciones basadas en datos pueden reducir los riesgos, garantizar el cumplimiento y crear una ventaja competitiva para los fabricantes.
Desarrollo ciudadano: Capacitar a la primera línea para construir e innovar
Kevin compartió que cuando se incorporó por primera vez, muchos de sus datos estaban atrapados en silos, a menudo en hojas de cálculo Excel. Aunque Excel tiene su lugar, RFK Racing necesitaba algo más robusto para manejar las complejidades de sus procesos e integrarse fácilmente con otros sistemas.
La solución fue construir su propio Sistema de Ejecución de Fabricación (MES), llamado Relé, para satisfacer las muchas necesidades únicas de sus operaciones. Por ejemplo, a diferencia de la fabricación tradicional, en la que las piezas suelen ser de un solo uso, los componentes de RFK Racing se reutilizan y reconstruyen varias veces. Las soluciones comerciales que evaluaron no podían dar soporte a estos casos de uso de nicho, así que crearon las suyas propias.
Al adoptar un enfoque de desarrollo ciudadano y permitir a los ingenieros de su equipo que mejor conocían estos procesos, pudieron construir rápidamente su MES personalizado para que se ajustara exactamente a sus flujos de trabajo. Lo que más me llamó la atención fue su filosofía de que "la confianza se asume". Kevin describió cómo facultan a los empleados para innovar y construir sobre estas soluciones, equilibrando la gobernanza descendente con la libertad para innovar y mejorar los procesos. Al fomentar una cultura de confianza, RFK Racing ha convertido a cada empleado en un solucionador de problemas.
A medida que los desarrolladores ciudadanos continuaron desarrollando soluciones, construyeron integraciones con todo, desde herramientas de taller como sistemas de metrología (incluidos brazos CMM y escáneres 3D) hasta sistemas empresariales como su plataforma ERP. Esto elimina aún más los silos de datos en toda la empresa y permite a RFK agilizar continuamente los flujos de trabajo de sus operarios.
Es un ejemplo perfecto de cómo la tecnología y la cultura pueden trabajar mano a mano para impulsar la excelencia operativa. Los sistemas están ahí para garantizar la coherencia, pero se anima a la gente a superar los límites y hacer que la organización sea mejor cada día.
Lecciones aprendidas del enfoque de RFK
Mi conversación con Kevin me dejó con una apreciación más profunda de todos los procesos de fabricación que intervienen en la creación de un coche de carreras ganador. Dentro y fuera de la pista, la precisión, la innovación y el incesante afán de superación del equipo son realmente impresionantes.
En RFK Racing, lo que está en juego es más importante de lo que la mayoría de nosotros jamás experimentaremos: ganar o perder se determina a menudo por fracciones de segundo. Pero los principios que siguen se aplican a cualquier operación: abrazar la tecnología, capacitar a sus desarrolladores ciudadanos y nunca dejar de perseguir la mejora continua.
Frontline Operations en NASCAR
Consulte el episodio completo del podcast para conocer mejor la opinión de Kevin sobre cómo la tecnología punta, la gobernanza de los datos y una sólida cultura de desarrollo ciudadano impulsan una ventaja competitiva tanto dentro como fuera de la pista.