Si pasea por casi cualquier fábrica, verá la gestión visual en funcionamiento, aunque no la llame así. También verá marcas en el suelo que separan los pasillos de los carriles de las carretillas elevadoras, tableros de sombra que muestran exactamente dónde debe colocarse una llave inglesa y luces andon que parpadean cuando una máquina necesita atención, etc. Todas estas son formas de comunicarse rápidamente en un taller sin que se pronuncie una sola palabra.

La idea no es nueva. La gestión visual ha formado parte de la fabricación ajustada desde el principio. Lo que está cambiando es cómo se aplica. Algunas plantas se aferran a la cinta adhesiva, las pizarras y los gráficos impresos. Otras están incorporando tableros digitales, sensores y fuentes de datos en tiempo real. Las herramientas parecen diferentes, pero el objetivo es el mismo: hacer que el estado de la producción sea obvio para cualquiera que pase por allí.

¿Qué es la gestión visual?

La gestión visual es una forma de comunicación utilizada para ofrecer una instantánea de las operaciones de fabricación.

El objetivo de la gestión visual es traducir los procesos del taller y los estados de la producción en resúmenes visuales fáciles de entender.

Considérelo como el marcador de la fabricación. Con un solo vistazo, todo el equipo puede hacerse una idea del rendimiento de una fábrica.

Por qué es importante la gestión visual en la fabricación

En un taller ajetreado, la claridad no es opcional. La gente necesita saber qué está pasando con el trabajo, las máquinas y el flujo de materiales sin tener que andar a la caza de información. Cuando se puede ver el estado de las cosas de un vistazo, se pasa menos tiempo preguntando y más tiempo arreglando lo que hay que arreglar. Ese es el papel que desempeña la gestión visual.

Ilumina cómo está funcionando la operación. Si la producción va por buen camino, está claro. Si algo está fallando, también está claro. Cuando las señales son visibles para todos, la responsabilidad viene con ellas. Y como las señales son coherentes en toda la planta, refuerzan cómo deben hacerse los procesos, es decir, no sólo una vez, sino todas las veces.

Esto enlaza directamente con las prácticas lean. Las 5S dependen de los elementos visuales para mantener las zonas organizadas y seguras. Los esfuerzos kaizen los utilizan para detectar oportunidades de pequeñas mejoras. El impulso más amplio hacia la mejora continua sólo funciona si los equipos pueden ver los residuos, los errores y las ineficiencias antes de que se acumulen.

La gestión visual no es un proyecto secundario ni un extra opcional. Es una de las formas en que el lean se manifiesta en las operaciones cotidianas, justo allí donde se realiza el trabajo.

https://tulip.widen.net/content/vieykujzj3

Tipos de gestión visual

La gestión visual adopta muchas formas. Repasemos cada una de ellas para comprender cómo encaja en la metodología Lean.

Gestión visual mediante el diseño de fábrica

La gestión visual se aplica a menudo a los diseños de fábrica. Las herramientas de gestión visual como el carril FIFO ayudan a que los flujos de trabajo y el diseño de las células sean más intuitivos. Las líneas de montaje se organizan de forma que dirijan el flujo de producción de principio a fin, con indicadores visuales colocados en puntos importantes. Esto permite a los operarios de la línea saber en qué fase de la producción se encuentran por la estación que ocupan.

Gestión visual mediante herramientas y piezas

Esta forma de control visual se realiza incorporando espumas Kaizen y tableros de sombra. Las espumas Kaizen, similares a los tableros de sombra, tienen contornos recortados para cada herramienta específica. De este modo se detecta rápidamente si falta una herramienta o se identifica dónde colocar una herramienta una vez finalizado su uso.

Gestión visual mediante marcas

El control visual de esta naturaleza emplea el uso de etiquetas y marcas en todo el taller. La mayoría de las formas de etiquetado y marcado del taller están reguladas por el gobierno para garantizar la seguridad de los operarios. Pero las etiquetas y las marcas son señales clave de qué acciones hay que realizar, dónde localizar un artículo concreto y qué zonas están restringidas en una planta de producción.

Gestión visual mediante pantallas de datos

Esta forma de gestión visual despliega pantallas digitales de información por toda la planta de producción para destacar los indicadores clave de rendimiento. Estas formas de visualización se denominan Andons y cuadros de mando. Emiten análisis en tiempo real que detallan el rendimiento del taller.

https://tulip.widen.net/content/cvlzrrilq3

¿Qué relación existe entre las 5s y la fabricación visual?

5s (set, sort, shine, standardize, sustain) es un principio de fabricación ajustada para aumentar el orden y la eficacia en los entornos de trabajo. Cuando se combina con las 5s, la gestión visual puede producir entornos de trabajo que funcionen significativamente mejor.

Funciones de la gestión visual

Transparencia del proceso

La gestión visual del proceso de producción amplía la transparencia del proceso. Al aumentar la transparencia del proceso de producción, se reduce la necesidad de comunicación jerárquica entre el subordinado y el supervisor. Esto hace que se reduzcan las actividades de cuello de botella que no añaden valor, como hacer preguntas repetitivas y similares.

Disciplina

Las herramientas visuales pueden utilizarse para mantener habitualmente procedimientos correctos. Al interactuar continuamente con la gestión visual, se influye en la mano de obra de un fabricante para que mantenga la normalización de los procesos durante todo el ciclo de producción.

Facilitación del empleo

La utilización de ayudas visuales mejora la función cognitiva y la memoria al realizar tareas rutinarias. El uso de pistas visuales como tableros de sombras dentro del espacio de trabajo reduce la necesidad de realizar acciones sin valor añadido como buscar herramientas.

Formación en el puesto de trabajo

La gestión visual facilita la formación en el puesto de trabajo, ya que la información relativa al proceso de producción está fácilmente disponible. Esta forma de formación es eficaz ya que involucra al personal en la experiencia práctica y es una práctica organizativa menos perjudicial para el trabajo.

Ventajas de la gestión visual

La gestión visual hace que el trabajo sea más fácil de seguir y los problemas más difíciles de pasar por alto. En la planta, eso se traduce en algunas ganancias muy prácticas:

Menos tiempo perdido. Cuando las herramientas, los materiales y las prioridades están claramente marcados, la gente no pierde minutos buscando o adivinando lo que viene a continuación.

Menos errores. Las señales claras, ya sea un código de colores, un gráfico de tolerancias o un cuadro de mandos, dejan menos lugar a la confusión.

Circulación más segura. Las líneas de suelo, las etiquetas de advertencia y las señales mantienen el tráfico organizado y los peligros visibles.

Respuesta más rápida. Un punto vacío en un tablero de sombra o una luz que parpadea sobre una prensa le indican de inmediato que algo va mal, por lo que puede solucionarse antes de que ralentice la línea.

Más implicación del equipo. Cuando el estado de la operación es visible, los operarios no tienen que esperar a que un supervisor les señale las cosas. Pueden actuar en función de lo que ven y sugerir cambios que hagan el trabajo más fluido.

Con el tiempo, estos hábitos aportan estabilidad al proceso y facilitan la mejora paso a paso.

Cómo implantar la gestión visual

Para implantar la gestión visual hace falta algo más que poner carteles o pegar líneas en el suelo. Si quiere que realmente sirva de ayuda, tiene que estar integrada en la forma de trabajar del equipo. He aquí cómo la mayoría de las plantas consiguen que cuaje:

Comience con un paseo. Salga al suelo y busque los puntos ciegos. ¿Están las herramientas dispersas? ¿La gente espera instrucciones? ¿No está claro el estado de las máquinas? Los elementos visuales deben resolver esos problemas, no limitarse a decorar la zona.

Adapte la herramienta al problema. Los tableros de sombra, las etiquetas y las marcas funcionan bien para la organización. Las luces de andón o los tableros digitales son mejores para mostrar las condiciones en tiempo real. Muchos talleres mezclan estas dos señales físicas para la disposición y digitales para las actualizaciones en directo.

Pruébelo primero en un punto. No revise toda la planta de una sola vez. Instale los visuales en una sola zona, obtenga la opinión de los operarios y observe cómo funciona. Ajústelo antes de extenderlo.

Manténgalo actualizado. Un tablero que nunca se actualiza o un panel que muestra datos obsoletos pierde la confianza rápidamente. Convierta en parte de las comprobaciones rutinarias la actualización de los elementos visuales y elimine todo lo que ya no aporte valor.

Haga participar al equipo. Las señales visuales sólo funcionan si la gente las utiliza. Forme a los equipos sobre lo que significa cada señal y qué acción deben tomar. Pídales también sus ideas y detectarán lagunas que usted podría pasar por alto y que suelen tener soluciones sencillas.

Cuando los elementos visuales están vinculados a problemas reales, se mantienen actualizados y son propiedad de la gente de a pie, se convierten en parte del ritmo diario en lugar de ser una capa más de desorden.

Gestión visual en la era digital

Las líneas de cinta, las pizarras blancas y las luces Andon han sido elementos básicos de la gestión visual durante años. Funcionan, pero también supone un esfuerzo mantenerlas. Una pizarra sólo dice la verdad si alguien la actualiza. Una marca en el suelo ayuda hasta que el proceso cambia y la cinta deja de coincidir con la realidad.

Las herramientas digitales recogen lo que esos límites muestran. Los cuadros de mando, las transmisiones en directo y las alertas automatizadas mantienen la información actualizada sin necesidad de actualizaciones manuales. Los datos de las máquinas, el estado del trabajo y los controles de calidad pueden verse en tiempo real, no sólo al comienzo de un turno. Y esa visibilidad no se limita a una célula o una planta, sino que puede compartirse entre equipos y centros. El principio lean sigue siendo el mismo: hacer que los problemas sean evidentes. La diferencia es que ahora la señal es instantánea y compartida.

Conclusión

La gestión visual puede ofrecer una solución sencilla pero eficaz para mejorar el flujo de información en muchos talleres de fabricación. El fácil acceso a la información de producción no sólo mantiene la integridad de la calidad de la producción, sino que también puede utilizarse para aumentar la eficacia y ayudar en la formación.

Preguntas frecuentes
  • ¿Con qué frecuencia deben actualizarse las herramientas visuales?

    Tan a menudo como cambie el trabajo. Para herramientas físicas como tableros, etiquetas o cinta adhesiva para suelos, una revisión mensual es una buena base de referencia. Los tableros digitales se actualizan automáticamente, pero incluso entonces, las métricas y las alertas deben revisarse con regularidad para asegurarse de que siguen coincidiendo con las prioridades actuales.

  • ¿Cuál es el riesgo de tener demasiada información visual?

    Desorden. Si todo está marcado, nada destaca. Los sistemas más eficaces destacan sólo lo que importa, lo que significa señales sencillas y coherentes que dirijan a la gente rápidamente a la acción correcta.

  • ¿Cómo mejoran los cuadros de mando digitales a los visuales tradicionales?

    Eliminan las actualizaciones manuales, mantienen la información actualizada y permiten a los equipos hacer un seguimiento del rendimiento en todos los turnos, plantas o incluso regiones. Los principios son los mismos: hacer que los problemas sean visibles y fáciles de actuar, pero el alcance es mucho mayor.

  • ¿Funciona la gestión visual en industrias muy reguladas?

    Sí, pero prestando especial atención a la conformidad. En ámbitos como el farmacéutico o el aeroespacial, los visuales deben diseñarse teniendo en cuenta las pistas de auditoría, el acceso controlado y la precisión. Las plataformas digitales ayudan aquí porque pueden hacer cumplir esos requisitos automáticamente.

  • ¿Cuál es la diferencia entre controles visuales y gestión visual?

    Los controles visuales son las herramientas individuales, es decir, etiquetas, marcas, señales, luces que guían el comportamiento en un lugar específico. La gestión visual es el panorama general. Es cómo todas esas señales se unen para dar a los equipos una visión compartida de lo que está ocurriendo, quién es responsable y dónde se necesitan mejoras.

Digitalice sus herramientas de gestión visual con Tulip

Vea cómo un sistema de aplicaciones puede permitir la mejora continua con una prueba gratuita de Tulip.

Ilustración de la CTA de un día en la vida