Ser capaz de calcular y comprender los costes que existen en sus operaciones de fabricación es fundamental para entender la salud financiera general de su empresa. Después de todo, si no es capaz de calcular cuánto cuesta fabricar su producto, puede ser casi imposible precisar la rentabilidad de su negocio.
En última instancia, si el cálculo de los costes empresariales implica conjeturas o extrapolaciones abstractas, las decisiones tomadas para impulsar la mejora continua no serán todo lo eficaces que usted desea.
En este post, le explicaremos por qué ser capaz de calcular y reducir los costes de producción debería convertirse en una prioridad absoluta, además de proporcionarle consejos que le permitan tomar decisiones mejor informadas en todas sus operaciones.
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Identificar sus costes de fabricación
Antes de poder sumergirse en cifras concretas, es esencial saber qué áreas de la empresa repercuten en su balance. Algunas de estas partidas influyen directamente en los costes de producción, mientras que otras lo hacen indirectamente.
He aquí los costes que debe tener en cuenta en sus gastos de fabricación:
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1. Costes de los materiales
Como se ha estipulado anteriormente, algunos costes pueden atribuirse directamente al proceso de fabricación de un producto específico.
Por ejemplo, si una empresa gasta una cantidad determinada de fondos en vigas de acero, se trata de costes directos de material. En este caso, las vigas de acero se manipulan físicamente para construir el producto final.
Por otro lado, los costes totales de material también pueden incluir algunos detalles que quizá usted no relacione directamente con el proceso de fabricación.
Tomemos, por ejemplo, las estanterías rodantes utilizadas en el almacenamiento del acero. No pueden vincularse directamente al producto acabado, pero siguen siendo una necesidad. Por lo tanto, cuentan para los fondos invertidos en el proceso, aunque indirectamente.
2. Costes laborales
Al igual que ocurre con los materiales, la mano de obra también afecta, directa e indirectamente, a su balance. Los costes laborales directos incluyen los fondos reservados para pagar los salarios, así como los impuestos sobre la renta pagados en nombre de los trabajadores de la línea de producción, las prestaciones de los trabajadores y las contribuciones realizadas al fondo de jubilación de los trabajadores.
Los empleados que se incluyen en los costes de mano de obra incluyen desde trabajadores a tiempo parcial hasta operarios de taller, ingenieros, responsables de calidad y todo el camino hasta los supervisores a nivel de director y C-suite responsables de impulsar las decisiones empresariales.
3. Gastos generales
Los costes de fabricación también incluyen otros elementos que no son tan aparentes o que no están directamente vinculados al proceso de producción. En consecuencia, estos gastos generales inflan el coste total de fabricación de una empresa. Por ejemplo, su empresa necesita unas instalaciones físicas (o varias), por las que paga un alquiler.
Además, las instalaciones de producción necesitan equipos y servicios públicos para funcionar sin problemas. Además de estos costes, deben tenerse en cuenta servicios como el mantenimiento e incluso la seguridad.
Así que, aunque no siempre se consideran directamente parte del proceso de fabricación, estos costes incurridos también pueden repercutir significativamente en el balance final de su empresa.
Cómo calcular los costes de fabricación
Aunque ligeramente complejo, el cálculo de los costes de fabricación sigue algunos principios matemáticos básicos. Requiere que sume el coste de los materiales y el de la mano de obra. Además, tiene que calcular los gastos generales más enrevesados.
Básicamente, todo se reduce a esto:
Coste de fabricación = [coste de los materiales + costes laborales + gastos generales].
Y para averiguar el coste de fabricación unitario -es decir, el coste de producir un solo producto- hay que dividir el coste de fabricación total por el número de unidades que han salido de la línea de producción.
El cálculo de cada una de las entradas discretas anteriores requiere algo más de cálculo numérico para asegurarse de que está trabajando con cifras precisas y representativas.
Además, es prudente calcular los costes de fabricación teniendo en cuenta un calendario de producción. De este modo, resulta más fácil y manejable precisar el número de fondos que se destinan al proceso de fabricación en ese plazo.
Cinco formas eficaces de reducir los costes de fabricación
La reducción de los costes de fabricación desempeña un papel central en el movimiento de sus libros hacia los números negros.
Sin embargo, el recorte de estos costes suele ir asociado a una disminución de la calidad de la producción. Pero no tiene por qué ser así.
De hecho, varios mecanismos de reducción de costes agilizan el proceso de fabricación, lo que se traduce en productos de mayor calidad y libros de cuentas más saneados.
He aquí algunos métodos eficaces para reducir los costes de fabricación sin perjudicar el proceso ni el producto:
Reducir los costes de material
Los materiales son un área en la que las empresas pueden gastar una cantidad significativa de dinero. Para reducir el impacto de estos costes en su operación, busque materias primas menos costosas. Aunque abastecerse de materiales más baratos puede ayudar a reducir los costes totales, es importante asegurarse de que la calidad y la integridad de sus productos no se resientan por ello.
Considere la posibilidad de cambiar de proveedor
Si el abastecimiento de materias primas más baratas repercute en última instancia en la calidad de los productos que salen de la línea, considere la posibilidad de buscar tratos y acuerdos con otros proveedores.
En algunos casos, puede ser posible negociar con los proveedores actuales para que rebajen el precio que piden. Por ejemplo, la promesa de un contrato más prolongado con ellos puede seducirles para que proporcionen materiales a un coste menor.
Aproveche los residuos y el material sobrante
En lugar de desechar el material sobrante, es prudente volver a introducirlo en la línea de producción, asegurándose de extraer más valor de él.
Alternativamente, puede vender los residuos a otras partes que tengan un uso para ellos. En consecuencia, la empresa recupera parte del dinero invertido en adquirir los materiales.
Pruebe la vía de la automatización
Como ya se ha explicado, los costes laborales pueden elevar significativamente los costes totales de fabricación. Como tal, tiene sentido comercial recortar en esta área para lograr una operación más esbelta.
Por lo tanto, equipar su planta de fabricación con más máquinas automatizadas compensa a largo plazo. Al fin y al cabo, lo más probable es que los dispositivos sean más eficaces que la intervención humana, haciendo que la producción avance aún más rápido.
Ahorre en el consumo de energía
Reducir el consumo de energía volviéndose ecológico puede reducir significativamente sus gastos generales. Según Forbes, las renovables no subvencionadas son la fuente de energía más barata para los fabricantes. Por lo tanto, cambiar a esta forma de energía hace que la operación sea menos costosa.
Como alternativa, puede instalar dispositivos de borde que gestionen la configuración actual de las máquinas. Estos dispositivos supervisan el consumo de energía en la planta de la fábrica, apagando las máquinas que no están funcionando y optimizando el suministro a las que lo necesitan.
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